Aterrizando

Por fin ha llegado el día en que me he decidido ha crear el blog. Llevaba mucho tiempo con ganas de tener mi pequeño rinconcito donde poder desahogar mi mente.

Cuánto tiempo que no escribía para desahogarme, pero en lo últimos meses me he vuelto a renganchar a esta forma de sacar todo lo que llevo dentro, que me ayuda a equilibrar mis pensamientos.

He vuelto a sentir esa sensación de bienestar que me queda cada vez que dejo volar mis sentimientos. Esto me hace recordar, los años de mi adolescencia cuando escribir lo que pasaba por mi mente me hacía sentir libre. Me recuerdo, en la antigua casa de mis padres, en el pueblo sentada al lado de una estufa de leña que teníamos para que calentara toda la casa y que a mi habitación apenas llegaba por ser la que estaba más alejada. Por la noche cuando ya todos estaban en la cama y habitaba el silenio y la oscuridad, yo me iba con mi linterna a leer al lado de la estufa donde la mitad de mi cuerpo estaba ardiendo y la otra mitad estaba helada. En realidad así también me sentía por dentro porque estaba llena de preguntas y contradicciones que no sabía lo que significaban. Ahora sí lo sé, era la adolescencia, mi cuerpo cambiaba y mis pensamientos también me estaba buscando a mí misma, todavía tuvieron que pasar unos cuantos años, hasta que llegué a la facultad, para poder encontrarme y saber quién quería ser.

En esos buenos momentos con la compañía de la noche, que tanto me ha gustado e inspirado siempre, escribía diarios que al final siempre he ido destruyendo para que no pudieran caer en manos de alguien con quién no quería compartir mis intimidades.

Por eso ahora empiezo este blog, mi escondite, el lugar para mis desahogos, sueños y desvarios. Un lugar donde me escondo detrás de Momo, personaje adorado de mi adolescencia que tanto me marcó y al que tengo un especial cariño. Este lugar siempre estará aquí, y podré volver a él siempre que me apetezca esconderme de todo este caos que nos rodea.

Bienvenido/a a mi escondite....