Buscándome...

Que difícil me resulta saber lo que realmente quiero aprender, quiero y pienso tantas cosas en mi vida, que no puedo para ni un segundo de hacer cosas y en mi mente se mueven miles de ideas a la vez. Ansias y más ansias de aprender todo lo que pueda coger en mi cabeza, ¿he oído algo de lo que no sé nada? ¡Esto hay que solucionarlo! Y ahí me tienes encendiendo mi ordenador y navegando por el maravilloso mundo de la información y una noticia me lleva a otra y ¿por qué? ¿Cuándo fue? ¿Cómo pasó? Y así me pasó horas aprendiendo y conociendo cosas de las que nunca había oído hablar.
No quiero dejar de saber cosas, pero a veces pienso que mis campos de saber cada vez son más amplios y que cuanto más los abra menos sabre de las cosas que más me interesan.
Por esto, quiero ir centrando mis objetivos, para poder ir poco a poco haciendo que mi camino sea más seguro y más estable.
Mis objetivos a corto plazo están claros, pero me gusta mirar al horizonte y ver algo…
Habitualmente sueño con ese horizonte y me veo allí luchando y construyendo todo lo que creo, pero hay veces que ese horizonte hace que dentro de mí aparezca el miedo, la duda y la debilidad de verme tan pequeña en un mundo tan grande y a veces tan distinto a mí…
Me da miedo que mi pequeña realidad choque con esa gran realidad, es mi mundo, un mundo que yo cada día invento para mí. Porque necesito soñar, necesito volar para escapar de esa realidad en la que muchas veces me da rabia pensar.
Seguiré buscando ese horizonte al que, algún día, quiero llegar. Sea cuando sea, ya que un día decidí que no importa la edad, que mi vida la marcarán mis inquietudes y ganas y no una edad, producto de la sociedad…