Las cosas nunca son como nosotrxs pensamos que son, todo puede ser diferente a lo que creemos o a lo que nos han enseñado a creer. Esta noche he salido a la terraza de mi casa y mientras estaba fuera disfrutando del silencio y la tranquilidad de la noche, estaba pensando que esta noche es diferente, que no parece que sea de noche salvo por la hora que es y por la falta de actividad en la calle, es una noche especial, es una noche - día en la que brilla la luna, aportando una claridad que parece más de día que en otros momentos de las horas diurnas. Esto me ha hecho pensar que en nuestra vida, las cosas son igual, cuando algo siempre nos lo pintan, o lo pintamos nosotrxs mismxs, como muy negro puede que cuando nos ponemos con ello no sea tan negro e incluso que pueda llegar a ser claro. Es lo fantástico de la vida, la imprevisibilidad o el cambio de las cosas según desde la óptica que las mires. Esto me ha hecho reflexionar sobre mi vida, sobre el sentido que busco en ella, sobre la capacidad que tenemos los seres humanos para buscar la felicidad y la importancia que esto tiene en nuestra vida. Me he dado cuenta que estoy enamorada y no enamorada de una persona, como cabría esperar, sino enamorada de la vida por todas las oportunidades que me ofrece y también de las personas, de muchas personas que pasan por mi vida y me hacen aprender de las diferentes realidades que existen, tantas como personas que pueblan la tierra. Creo que esto debería ser una asignatura obligatoria en los colegios, el descubrimiento de las diferentes realidades y como nunca las cosas son de una única forma, sino que pueden variar según como enfoquemos las cosas. Es vital descubrir la realidad que nos gusta y dirigir nuestros esfuerzos en aprender a que esta realidad que nos hace felices sea la nuestra. Conversar con otras personas y quedarnos con lo positivo de sus realidades y aportar nuestra positividad en las suyas. Nuestra realidad será nuestra vida y por qué lamentarnos con la realidad que nos ha tocado si podemos transformarla hacia la realidad que nos dé la felicidad. Al final las palabras mágicas para encontrar esta realidad serán SOÑAR Y CREAR…
